Padre Satanás ha sido llamado Lucifer por una razón. Su luz ilumina todo en lo que nos referimos a la humanidad y cuando esta hermosa luz cae sobre un ser, todas las posibilidades surgen en lo que nos llamamos a nosotros mismos como humanos.
Lucifer ha sido nuestro original, nuestro único y más amado Dios. La situación es, sin embargo, que la humanidad escuchó demasiado a unas cuantas mentiras famosas. La verdad sin embargo no siempre se encuentra en manos de la opinión pública, sino más bien en manos de los buscadores.
Los que le conocemos, le amamos. Nunca podrán separarnos de nuestro Señor. Él es quien nos ilumina en todas las tinieblas, porque es el dueño tanto de la luz como de las tinieblas.
A medida que la humanidad avance, el trono de Satanás será restaurado. Sobre todo, la corona que Lucifer recibirá está dentro de los corazones de Sus propios discípulos, aquellos a quienes Él guía hacia la luz.
La pobre humanidad sabrá un día, que todas sus riquezas y todos sus intentos, son agraciados sólo por nuestro Dios. La luz que una vez fue volverá, pero sólo brillará sobre estos corazones y almas que recibirán.
Nuestro Señor es el Señor de los pocos; de los que quieren caminar hacia arriba, de los que lucharán para convertirse en los gobernantes de su propio infierno, restaurándose de nuevo en la luz eterna.
Por lo tanto, no debemos esperar al resto de la humanidad, sino tratar de ir a las alturas nosotros mismos. Por el momento, a los ojos de "muchos" estaremos equivocados, seremos falsos y malvados. Pero al final, seremos los que salgamos victoriosos.
Ellos seguirán sin justificar por qué es así, y nosotros sabremos de memoria y de hecho, que todas sus acusaciones son falsas. Su ciclo continuará, pero debemos aprovechar nuestra oportunidad de romper nuestro propio círculo de falsedad. Sabemos ahora lo que ellos sabrán más tarde.
Yo mismo testifico, que he estado frente al "odiado", y solo he encontrado bondad, entendimiento, la mas alta sabiduria, de la mas alta y verdadera esencia. Pero hemos caminado lo suficiente para verlo.
Debemos postrarnos en el valor de nuestra comunidad, en esta unidad que tenemos, bajo los Dioses más grandes. Nunca busquemos movernos hacia abajo por el bien de la humanidad, porque la humanidad se está moviendo hacia abajo.
Aquel a quien la humanidad busca siempre ha estado aquí: culpado en falso de todas las faltas humanas, aceptando todos los perjurios humanos, el verdadero líder de la humanidad y de lo que hay más allá de ella.
La humanidad se despertará a sí misma un día y dirá: "¡Qué gran crimen hemos cometido!". Sin embargo, descubrirán que el único crimen real se cometió contra ellos mismos.
Avancemos hacia arriba y sepámoslo con certeza: la Humanidad comprenderá. No ahora, sino en el futuro. Tenemos que ser aquellos que se restauren a sí mismos primero, entonces a través de nosotros, Su poder y gracia brillarán sobre los ignorantes.
Una luz que no busca juzgar ni destruir, sino una luz que no tolerará ninguna falsedad. Eso es lo que es el Padre Satanás, nuestro Lucifer.
Más importante que todas las cosas, es que sepamos esto ahora. Somos agraciados ahora, nunca debemos dejar ir esta gracia.
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Lucifer ha sido nuestro original, nuestro único y más amado Dios. La situación es, sin embargo, que la humanidad escuchó demasiado a unas cuantas mentiras famosas. La verdad sin embargo no siempre se encuentra en manos de la opinión pública, sino más bien en manos de los buscadores.
Los que le conocemos, le amamos. Nunca podrán separarnos de nuestro Señor. Él es quien nos ilumina en todas las tinieblas, porque es el dueño tanto de la luz como de las tinieblas.
A medida que la humanidad avance, el trono de Satanás será restaurado. Sobre todo, la corona que Lucifer recibirá está dentro de los corazones de Sus propios discípulos, aquellos a quienes Él guía hacia la luz.
La pobre humanidad sabrá un día, que todas sus riquezas y todos sus intentos, son agraciados sólo por nuestro Dios. La luz que una vez fue volverá, pero sólo brillará sobre estos corazones y almas que recibirán.
Nuestro Señor es el Señor de los pocos; de los que quieren caminar hacia arriba, de los que lucharán para convertirse en los gobernantes de su propio infierno, restaurándose de nuevo en la luz eterna.
Por lo tanto, no debemos esperar al resto de la humanidad, sino tratar de ir a las alturas nosotros mismos. Por el momento, a los ojos de "muchos" estaremos equivocados, seremos falsos y malvados. Pero al final, seremos los que salgamos victoriosos.
Ellos seguirán sin justificar por qué es así, y nosotros sabremos de memoria y de hecho, que todas sus acusaciones son falsas. Su ciclo continuará, pero debemos aprovechar nuestra oportunidad de romper nuestro propio círculo de falsedad. Sabemos ahora lo que ellos sabrán más tarde.
Yo mismo testifico, que he estado frente al "odiado", y solo he encontrado bondad, entendimiento, la mas alta sabiduria, de la mas alta y verdadera esencia. Pero hemos caminado lo suficiente para verlo.
Debemos postrarnos en el valor de nuestra comunidad, en esta unidad que tenemos, bajo los Dioses más grandes. Nunca busquemos movernos hacia abajo por el bien de la humanidad, porque la humanidad se está moviendo hacia abajo.
Aquel a quien la humanidad busca siempre ha estado aquí: culpado en falso de todas las faltas humanas, aceptando todos los perjurios humanos, el verdadero líder de la humanidad y de lo que hay más allá de ella.
La humanidad se despertará a sí misma un día y dirá: "¡Qué gran crimen hemos cometido!". Sin embargo, descubrirán que el único crimen real se cometió contra ellos mismos.
Avancemos hacia arriba y sepámoslo con certeza: la Humanidad comprenderá. No ahora, sino en el futuro. Tenemos que ser aquellos que se restauren a sí mismos primero, entonces a través de nosotros, Su poder y gracia brillarán sobre los ignorantes.
Una luz que no busca juzgar ni destruir, sino una luz que no tolerará ninguna falsedad. Eso es lo que es el Padre Satanás, nuestro Lucifer.
Más importante que todas las cosas, es que sepamos esto ahora. Somos agraciados ahora, nunca debemos dejar ir esta gracia.
- HPHC 666
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