Nunca es demasiado tarde para volver - Responde a la llamada...
En nuestra vida, hay una cosa extraña.
Es como si la vida tratara de atraernos demasiado, de modo que cuando encontramos una Verdad superior la olvidamos, a menos que nos aferremos a ella con mucha fuerza.
Los acontecimientos y las circunstancias, o nuestros propios fallos internos, a menudo nos alejan de nuestros sueños, de nuestras esperanzas, pero también de la comprensión superior.
A lo largo de los años en los que he sido clérigo, he hablado con muchas personas, muchas SS que son almas de Satanás. Muchos han entendido por qué han llegado hasta aquí. El tiempo se va y pasa.
Pasamos por este tiempo, sin entender nuestra relación con él, nos convertimos en sus esclavos.
Comprender no significa haber intelectualizado verbalmente o en forma escrita los casos exactos - la comprensión se relaciona con el corazón en ese caso.
Es como levantar el teléfono en una llamada anticipada, y esperar a escuchar lo que la llamada anticipada tiene que decir. Podemos escuchar la voz fugaz de los Dioses, o experimentar su presencia fugaz.
Frases, sonidos o palabras rotas, pero sabes que están ahí. Entonces, tu madre o tu mujer te llaman para cenar y cierras el teléfono. Pero te acuerdas de la llamada y quieres que te vuelvan a llamar.
Sin embargo, tal y como está la vida, el hombre es ahora sordo en los oídos del espíritu y ciego en los ojos del alma. Nuestro olvido es nuestro peor enemigo.
Nos esforzamos quizás demasiado en escuchar este teléfono, hasta el punto de que rendirnos podría ser la conclusión lógica. Entonces, puede que nos llamen para que nos alejemos, es la hora de la cena.
Hay mil maneras de alejarse del teléfono, pero sólo una manera de escucharlo: hay que llegar a él y aguantarlo.
Hay muchas cosas en la vida que sólo podemos llamar destino y no coincidencia. No es posible que hayas escuchado este sonido y te digas a ti mismo que no lo has hecho. "Puedes abandonar cuando quieras, pero nunca podrás irte".
Cada alma en este mundo, tiene una oportunidad de crecer. Esta oportunidad se basa en el nivel de desarrollo del alma, y sus recuerdos. Algunas personas que son de los Dioses, querrán volver de nuevo a los Dioses.
Buscamos de nuevo la luz resplandeciente de donde vinimos. De hecho, no hay tiempo en el que no estemos en su presencia. Los Dioses están aquí con nosotros.
Sin embargo, la vida nos engaña con su ritmo rápido y, a menudo, podemos perdernos.
Perderse, abandonar, rendirse, todas estas son tendencias humanas naturales. No hay nada malo en que esto ocurra, pero el mal viene exactamente por sucumbir a no volver a estas tendencias.
En otros casos, el no escuchar el teléfono, la pena, la culpa, el miedo, la falta de comprensión - todo esto puede tratar de alejarte de esto. Uno puede querer no volver a levantar el teléfono. Perturba nuestro sueño interior cuando suena, e incluso su mero recuerdo puede sentirse como una carga.
Una voz errante en el interior podría incluso decir, que vivirás mejor sin él - la misma voz que no te revela nada sobre tu alma o tu potencial superior. Sabemos que es una mentira, pero aún así, como los siervos, demasiados de nosotros hemos seguido en las garras de la hermosa pero no tan hermosa arpía mentirosa.
Sin embargo, incluso en las garras roedoras de esta criatura, vemos su verdadero rostro. Pensamos que nunca lo haríamos, pero finalmente lo hacemos. Está ahí, y está feliz de consumir a las criaturas de su dominio, la descendencia de su ignorancia. Y entonces recordamos...
La experiencia de saber nunca desaparece. Y si nuestra mente de alguna manera se las arregla para olvidar, la memoria eterna del espíritu retiene este recuerdo... La vida toca la campana fuerte, y nosotros la oportunidad se presenta de nuevo, para levantar el teléfono...
Y entonces... lo intentamos de nuevo. La recurrencia que casi parece eterna, es volver a tocar el teléfono.
La ilusión de la distancia del tiempo, o la forma en que experimentamos el tiempo, o nuestra tontería apresurada, nos hace cometer frecuentemente errores en la vida. Uno de estos errores es seguir luchando contra la propia alma, que es el vehículo eterno de la propia existencia.
Todos somos hijos de la "ilusión", en el sentido de que nos engañamos a nosotros mismos, muchas veces sin pretenderlo realmente. Pero esto no es realmente quien ha engendrado nuestra alma, sino los Dioses. Por lo tanto, el alma se acuerda de ellos, y quiere volver a su ritmo de avance.
Algunas personas nunca dejan realmente al Padre Satanás en su alma porque eso es imposible, sin embargo, pueden dejarse llevar a niveles inferiores como resultado de la caída. Uno puede estar en este estado por un tiempo más o menos largo.
Si uno se hubiera elevado a un nivel de conciencia más alto, esto no sería una toma que uno tendría en la vida. Entenderíamos mejor lo que es importante y significativo en nuestra existencia.
Cuanto más nos acercamos a este estado, más ceden las estafas de la parte inferior nuestra que está criada en la ilusión y avanzamos. Cuanto más permitimos que esto tome terreno, el terreno que toma es lo que quita terreno a nuestros propios pies.
El recuerdo de nuestras emociones, nuestro asombro al entrar en este camino, o nuestro amor por todo esto, puede ser combatido por la vida externa.
La sociedad en efecto quiere encoger a la gente, y en el estado actual en el que estamos, tener un alma es como poseer toneladas de oro mientras el oro se hizo ilegal.
El satanismo espiritual es donde reconoces y tomas este oro en tu custodia, porque es tuyo. Si has abandonado la gran fortuna de tu alma, sólo recuerda que nunca es demasiado tarde para volver al camino, o al Padre Satán.
Es hora de coger el teléfono, a veces, y decirle al mundo que necesitas terminar tu llamada, y que la cena puede esperar. Este mundo nunca está desprovisto de otro plato de retrasos y engaños para servirte.
Sin embargo, el momento es ahora. Aunque parezca que es tarde, no es tarde para volver.
En nuestra vida, hay una cosa extraña.
Es como si la vida tratara de atraernos demasiado, de modo que cuando encontramos una Verdad superior la olvidamos, a menos que nos aferremos a ella con mucha fuerza.
Los acontecimientos y las circunstancias, o nuestros propios fallos internos, a menudo nos alejan de nuestros sueños, de nuestras esperanzas, pero también de la comprensión superior.
A lo largo de los años en los que he sido clérigo, he hablado con muchas personas, muchas SS que son almas de Satanás. Muchos han entendido por qué han llegado hasta aquí. El tiempo se va y pasa.
Pasamos por este tiempo, sin entender nuestra relación con él, nos convertimos en sus esclavos.
Comprender no significa haber intelectualizado verbalmente o en forma escrita los casos exactos - la comprensión se relaciona con el corazón en ese caso.
Es como levantar el teléfono en una llamada anticipada, y esperar a escuchar lo que la llamada anticipada tiene que decir. Podemos escuchar la voz fugaz de los Dioses, o experimentar su presencia fugaz.
Frases, sonidos o palabras rotas, pero sabes que están ahí. Entonces, tu madre o tu mujer te llaman para cenar y cierras el teléfono. Pero te acuerdas de la llamada y quieres que te vuelvan a llamar.
Sin embargo, tal y como está la vida, el hombre es ahora sordo en los oídos del espíritu y ciego en los ojos del alma. Nuestro olvido es nuestro peor enemigo.
Nos esforzamos quizás demasiado en escuchar este teléfono, hasta el punto de que rendirnos podría ser la conclusión lógica. Entonces, puede que nos llamen para que nos alejemos, es la hora de la cena.
Hay mil maneras de alejarse del teléfono, pero sólo una manera de escucharlo: hay que llegar a él y aguantarlo.
Hay muchas cosas en la vida que sólo podemos llamar destino y no coincidencia. No es posible que hayas escuchado este sonido y te digas a ti mismo que no lo has hecho. "Puedes abandonar cuando quieras, pero nunca podrás irte".
Cada alma en este mundo, tiene una oportunidad de crecer. Esta oportunidad se basa en el nivel de desarrollo del alma, y sus recuerdos. Algunas personas que son de los Dioses, querrán volver de nuevo a los Dioses.
Buscamos de nuevo la luz resplandeciente de donde vinimos. De hecho, no hay tiempo en el que no estemos en su presencia. Los Dioses están aquí con nosotros.
Sin embargo, la vida nos engaña con su ritmo rápido y, a menudo, podemos perdernos.
Perderse, abandonar, rendirse, todas estas son tendencias humanas naturales. No hay nada malo en que esto ocurra, pero el mal viene exactamente por sucumbir a no volver a estas tendencias.
En otros casos, el no escuchar el teléfono, la pena, la culpa, el miedo, la falta de comprensión - todo esto puede tratar de alejarte de esto. Uno puede querer no volver a levantar el teléfono. Perturba nuestro sueño interior cuando suena, e incluso su mero recuerdo puede sentirse como una carga.
Una voz errante en el interior podría incluso decir, que vivirás mejor sin él - la misma voz que no te revela nada sobre tu alma o tu potencial superior. Sabemos que es una mentira, pero aún así, como los siervos, demasiados de nosotros hemos seguido en las garras de la hermosa pero no tan hermosa arpía mentirosa.
Sin embargo, incluso en las garras roedoras de esta criatura, vemos su verdadero rostro. Pensamos que nunca lo haríamos, pero finalmente lo hacemos. Está ahí, y está feliz de consumir a las criaturas de su dominio, la descendencia de su ignorancia. Y entonces recordamos...
La experiencia de saber nunca desaparece. Y si nuestra mente de alguna manera se las arregla para olvidar, la memoria eterna del espíritu retiene este recuerdo... La vida toca la campana fuerte, y nosotros la oportunidad se presenta de nuevo, para levantar el teléfono...
Y entonces... lo intentamos de nuevo. La recurrencia que casi parece eterna, es volver a tocar el teléfono.
La ilusión de la distancia del tiempo, o la forma en que experimentamos el tiempo, o nuestra tontería apresurada, nos hace cometer frecuentemente errores en la vida. Uno de estos errores es seguir luchando contra la propia alma, que es el vehículo eterno de la propia existencia.
Todos somos hijos de la "ilusión", en el sentido de que nos engañamos a nosotros mismos, muchas veces sin pretenderlo realmente. Pero esto no es realmente quien ha engendrado nuestra alma, sino los Dioses. Por lo tanto, el alma se acuerda de ellos, y quiere volver a su ritmo de avance.
Algunas personas nunca dejan realmente al Padre Satanás en su alma porque eso es imposible, sin embargo, pueden dejarse llevar a niveles inferiores como resultado de la caída. Uno puede estar en este estado por un tiempo más o menos largo.
Si uno se hubiera elevado a un nivel de conciencia más alto, esto no sería una toma que uno tendría en la vida. Entenderíamos mejor lo que es importante y significativo en nuestra existencia.
Cuanto más nos acercamos a este estado, más ceden las estafas de la parte inferior nuestra que está criada en la ilusión y avanzamos. Cuanto más permitimos que esto tome terreno, el terreno que toma es lo que quita terreno a nuestros propios pies.
El recuerdo de nuestras emociones, nuestro asombro al entrar en este camino, o nuestro amor por todo esto, puede ser combatido por la vida externa.
La sociedad en efecto quiere encoger a la gente, y en el estado actual en el que estamos, tener un alma es como poseer toneladas de oro mientras el oro se hizo ilegal.
El satanismo espiritual es donde reconoces y tomas este oro en tu custodia, porque es tuyo. Si has abandonado la gran fortuna de tu alma, sólo recuerda que nunca es demasiado tarde para volver al camino, o al Padre Satán.
Es hora de coger el teléfono, a veces, y decirle al mundo que necesitas terminar tu llamada, y que la cena puede esperar. Este mundo nunca está desprovisto de otro plato de retrasos y engaños para servirte.
Sin embargo, el momento es ahora. Aunque parezca que es tarde, no es tarde para volver.
- Sumo sacerdote Hooded Cobra 666
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